jueves, 17 de diciembre de 2009

Ha estallado el silencio

Inocentes todos,
hemos dado un salto hacia la nada.
Atrás hemos dejado
todo
lo que alguna vez pensamos
y no llegamos a decirnos.
No nos atrevimos.
Delante nuestro,
besos vacíos.

Un escalofrío me recorre la espalda pero sigo aquí.
Atenta a la nada.
Un mundo seguro y cálido.
El miedo no me toca.
¿Quién es el monstruo y quién el santo?
Cuento las horas que faltan para amanecer
y en la oscuridad se escucha el recuento de vidas en el desierto de la muerte.
La calle ha sido tomada por cuchillos de pólvora, ¿quién prende la mecha? Volaremos por los aires como ciegos sin rumbo.
Deshuesada mi voz,
volé el último puente.
Sentí como decir adiós.
Era o verdad o nosotros.
Pensé que sin verdad no habría futuro,
tal vez era el amor.
Así,
gasté mi última palabra.

1 comentario: